Cientos, y ya miles de personas escriben a diario a nuestras redes sociales, nos agradecen, nos saludan, muy pocos nos insultan y otros buscan una asesoría, una mentoría, coaching, pero noto que en realidad una gran mayoría busca algún tipo de alivio, una respuesta a algo más que preguntas, a una incógnita existencial que afecta sus relaciones y por ende su éxito.
Sea en forma de largos comentarios, cartas de muchas hojas, peticiones formales, o la historia de un amigo seguida de un ¿Usted qué haría?, automáticamente mi cerebro busca traducir la cuestión en preguntas directas para lograr entender la situación.
Así las preguntas concretas se dividen en dos grupos, uno de ellos me pregunta a través de muchos comentarios lo que voy a intentar resumir en un solo escrito:
“Señor Yokoi, cómo es posible, que yo, siendo ya un adulto, una persona graduada, con basta experiencia laboral, exitoso en mi forma de relacionarme con los demás, me convierta en un ser tan inmaduro frente a una discusión con alguien que amo, como mi madre, la discusión me reduce a un adolescente sin control y luego me lanza a sentirme como un ser miserable y pusilánime en un circulo vicioso de amor y odio, todo esto afecta mi vida profesional haciéndome sentir constantemente un ser incompetente ¿Tiene usted alguna solución para mi caso?»
El otro grupo pregunta de igual manera, a través de cientos de mensajes lo que intento resumir en un escrito de la siguiente manera:
“Querido Yokoi, sintiendo una profunda admiración por su trabajo, quisiera preguntarle cómo puedo hablar personalmente con usted, me urge entender qué me hace falta, quiero decir, he tenido gran éxito en mi labor como influenciador, tengo varios grupos de personas a mi cargo, nadie se queja de mi liderazgo, pero sé que algo especifico me hace falta, es una herramienta, y lo sé porque el vacío aumenta conforme avanzo con o sin éxito en este camino del liderazgo
¿Tiene usted talleres de coaching para mi caso?»
Personas diferentes, viviendo situaciones y formulando preguntas diferentes.
Los unos buscan respuestas a la insoportable relación con sus progenitores a la hora de una discusión, generalmente la mamá pero no siempre.
Y los otros buscan la clave de un liderazgo certero, la claridad de aquel que tiene una fuente continúa de paz que no se pierde bajo la presión ni del éxito ni del fracaso.
Es curioso, que ante estas dos preguntas tan diferentes, yo piense que la respuesta sea la misma. La misma respuesta para los que buscan la clave del éxito en el liderazgo, es la misma respuesta para aquellos que buscan el secreto del buen relacionamiento para con aquellos que amamos.
Dicho de otra manera, los dos grupos buscan paz. Digo esto porque pienso que es esa paz la que hace que un líder sepa reaccionar con cordura bajo la presión del éxito o el fracaso. Poseído de paz el líder llega finalmente a sus gloriosos objetivos y sabe desprenderse a tiempo para no envenenarse con ellos.
Y es justamente esa misma paz, la cual no nos deja perder los estribos, nos mantiene en un estado firme pero comprensivo, dándonos destreza para mantener nuestra vida emocional equilibrada a la hora de enfrentar unos de los desafíos más grandes de nuestra frágil humanidad, el desafío de discutir y relacionarnos sanamente con aquellos que amamos.
Alguien me decía, “Yokoi, yo puedo soportar las palabras más hirientes y actitudes de desprecio de las personas, hasta me gusta enfrentarlos respondiendo con decencia. Pero no aguanto un gesto negativo de mi esposa, me reduce a un niño sin control”.
Acabo de escribir dos palabras que describen de manera certera este curso denominado en su inicio “El Arte de ser Padres”, pero que hoy bien puede llamarse “Buscando a Nemo” a Pedro, a Juan, Kenji, buscando a quien sea que esté perdido como yo en este mar llamado vida. Las palabras son: Niño y Paz.
Un viaje al niño que todos llevamos dentro, para encontrar esa paz que estoy seguro nos va permitir navegar seguros, hasta el final, con cicatrices, pero sin remordimientos.
Así que bienvenidos todos a nuestro “pre” curso para padres.
mientras tanto, los invito a ver el siguiente video que cuenta una de las increíbles enseñanzas que me dejó mi abuelito Jaime Gómez (el paisa).
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Yokoi eres excelente ser humano
Desde que lo descubrí me gustó. No hay medias tintas. Pone en palabras lo que yo solo pienso.
La frase que conoci gracias a ti y me motiva es : LA DISCIPLINA VENCERA LA INTELIGENCIA
Sr yokoi Kenji no se tiene en sus palabras que agrada mucho cada publicación es una enseñanza de vida que también trato de ponerla en práctica .enmuchas cosas tiene razón necesitamos paz para poder lidiar en esta vida tan caótica.
Muy interesante tus experiencias vívidas,y la manera de transmitir a los demás, es muy motivante tus enseñanzas.
Cómo puedo vincularme a tu asociación para trabajar con población infantil necesitada??emosionalmente??
yo descubri por casualidad a Yokoi Kenji siempre he admiradoa los Japoneses y desde esa fecha he visto todas sus conferencias y he aprendido mucho de el, tiene el don d e transmitir el mensaje no todas las personas tienen ese don es algo unico y propio de Yokoi Kenji mis respetos y admiracion. lo seguire viendo.